lunes, 3 de marzo de 2008

Yo no quiero

Yo no quiero un amor civilizado, /con recibos y escena del sofá; / yo no quiero que viajes al pasado y vuelvas del mercado / con ganas de llorar.
Yo no quiero vecinas con pucheros; / yo no quiero sembrar ni compartir; / yo no quiero catorce de febrero / ni cumpleaños feliz.
Yo no quiero cargar con tus maletas; / yo no quiero que elijas mi champú; / yo no quiero mudarme de planeta, / cortarme la coleta, / brindar a tu salud.
Yo no quiero domingos por la tarde; / yo no quiero columpio en el jardin; / lo que yo quiero, corazón cobarde, / es que mueras por mí.
Y morirme contigo si te matas /y matarme contigo si te mueres / porque el amor cuando no muere mata / porque amores que matan nunca mueren.
Yo no quiero juntar para mañana, / no me pidas llegar a fin de mes; / yo no quiero comerme una manzana / dos veces por semana / sin ganas de comer.
Yo no quiero calor de invernadero; / yo no quiero besar tu cicatriz; / yo no quiero París con aguacero / ni Venecia sin tí.
No me esperes a las doce en el juzgado; / no me digas “volvamos a empezar”; / yo no quiero ni libre ni ocupado, / ni carne ni pecado, / ni orgullo ni piedad.
Yo no quiero saber por qué lo hiciste; / yo no quiero contigo ni sin ti; / lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes, / es que mueras por mí.
Y morirme contigo si te matas / y matarme contigo si te mueres / porque el amor cuando no muere mata / porque amores que matan nunca mueren.

J. Sabina

Bueno, quizá París con aguacero.



L. E. Aute, Al alba

No sabes el dilema que me crea / pasar de todo y no decir ni mu, / por eso estoy aquí, maldita sea, / plantando cara como harías tú. / Lo que sucede es que me he enamorado, / como el perfecto estúpido que soy, / de la mujer que tienes a tu lado... / encájame el directo que te doy.
Una de dos, / o me llevo a esa mujer / o entre los tres nos organizamos, / si puede ser. / No creas que te estoy hablando en broma / aunque es encantador verte reír / porque estas cosas hay quien se las toma / a navajazos o como un faquir. / Que aquí no hay ni Desdémonas ni Otelos / ni dramas mexicanos de Buñuel, / recuerda que ese rollo de los celos / llevó a Caín a aquello con Abel. / De qué me sirve andarme con rodeos, / a ti no puedo hacerte luz de gas, / esas maneras son para los feos / de espíritu y algunas cosas más. / Que esa mujer me quiera no es tan raro / si piensas que a ti te quiere también, / lo más terrible es que lo ve muy claro, / pretende no perderse ningún tren. / Una de dos, / o me llevo a esa mujer / o te la cambio por dos de quince, / si puede ser.

L. E. Aute, Una de dos

Clip: http://es.youtube.com/watch?v=PkeQig4VW98